Con un persistente latido en la sien que intentó desoir, La Maga se percató de reojo de su presencia y simuló no captar las palabras balbuceadas, a medio camino entre disculpa e intimidación. Logró no sólo ignorarlo sino -lo más importante, y de alguna manera inexplicable- hacerle notar, casi palpar, esa actitud.
1 Conejos de la galera:
Los espejismos engañan la percepción de nuestros sentidos, es como perseguir los sueños que nos llenaron en alguna oportunidad el alma de regocijos; una imagen intangible de lo que una vez fue y no sabemos si volverá a ser. Es mejor perseguir la realidad tan dolorosa y cruel como se nos presenta y tener la certeza que no es un espejismo, es la cruda verdad
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