Tengo mis ojos puestos en tí
Mis esperanzas puestas en tí.
Mis sentidos puestos en tí.
Mis ansias puestas en tí.
Te descubrí semidios adormecido.
Pseudohéroe malherido.
Alquimista y hechicero.
Tan sólo esperar me queda
que de acero y roca no seas.
Nuevamente él vendrá a la ciudad, y La Maga ya deambula por las noches, buscándolo. Fue una larga y penosa espera, e incluso ahora no sabe si valió la pena. Son los mismo ojos, pero es otra la mirada. Es el mismo alma, pero nuevas son las heridas. Es aquel perfume, mas otros aromas dulces tal vez mitigaron su sed.
Él estará nuevamente aquí, con más respuestas colmadas de preguntas para ponerle color a su crepúsculo gris, porque aunque fueron tantas la estaciones en el trayecto, nunca olvidó cuál era su destino...
Sólo restan cuatro ocres días con sus pálidas esferas y, aunque hoy se pronosticaba lluvia de estrellas y él aún está lejos, La Maga ya lo respira en la ciudad y las constelaciones guardan silencio sin atreverse a susurrar.
El viento lo canta, el sol lo anuncia: nuevamente él estará en la ciudad!